
Hace unos cuantos posts
hablamos de la cantidad de información que podría recogerse en la piel del genial Michael Scofield (no confundir con el pelma de John Scofield).
Recordé
este post en el que se afirmaba que se podían almacenar 450 GB en una hoja de papel. Aunque luego se matizó este resultado, la idea de fondo es conocida, en lugar de usar el poco eficiente (aunque altamente conveniente para los ordenadores) sistema binario, el sistema es multidimensional (idea parecida a la que se usa en la computación cuántica) basándose en colores y formas.
En el caso de Prison Break, la verdad es que el sistema es algo estúpido. Utiliza pequeños recordatorios dispersos por su cuerpo, pero hay que entender que el muchacho necesitaba que los tatuajes pasasen desapercibidos.

En cuanto a qué sistema podríamos utilizar para codificar la información, el propuesto de formas y colores puede ser interesante. Las formas se pueden tatuar (un sistema sencillo - | / \ o < > , etc) y por supuesto con distintos colores. Dada la aleatoriedad de la secuencia, quedaría muy mono y además sería seguro. El incoveniente sería la descodificación "visual" por parte de Scofield. Pero con papel y lápiz todo es posible. Lo bueno de este sistema es que no sería preciso memorizar nada (salvo el propio código).
Por ejemplo, acabo de idear el siguiente código:
* 7 colores: rojo, azul, amarillo, verde, rosa, naranja y negro
* 4 caracteres: - + | O
En total tengo 7*4=28 símbolos (por ejemplo las 25 letras minúsculas y el espacio)
a:
-b:
+c:
| d:
O....
Así, la frase "prison break" se codificaría como:
O+-||+|++--|Bonito, ¿verdad?
OS adjunto un pequeño código en C que lo hace.
#include
#include
main(int argc,char*argv[])
{
int i,c;
char *color[]={"#ff0000","#0000ff","#ffff00","#00ff00","#ff00ff","#ff8040","#000000"};
char *simbolo[]={"-","+","|","O"};
if(argc!=2) {
printf("Sintaxis: %s \"texto\"\n",argv[0]);
return;
}
for(i=0;i< strlen(argv[1]);i++) {
c=argv[1][i]-97;
c=(c<0)?26:c;
printf("%s",color[c/4],simbolo[c%4]);
}
}
Se compila y se ejecuta redireccionando la salida a un fichero con extensión html que podéis ver en vuestro navegador.
Os dejo con un poema de Mario Benedetti (a ver si adivináis cuál, podeís descargarla y ampliarla)